El Betis Balompié -que perdió su apelativo «Real» durante la Segunda República- fue el primer club andaluz en ascender a la Primera División. En agosto de ese mismo año, se convirtió en el primer equipo andaluz que se clasificó para disputar la Copa de Europa bajo el formato de Liga de Campeones al superar en la eliminatoria previa al AS Mónaco -subcampeón de la edición de 2003-04-, que contaba con jugadores de la talla de Roma, Maicon, Evra, Adebayor y Chevantón. En la temporada 1934-35, y bajo la dirección de Patrick O’Connell el club consiguió el que es hasta la fecha el mayor logro de su historia al proclamarse campeón de la Primera División. Su historia se remonta al año 2011, cuando el Real Betis Balompié integra en su estructura al equipo sénior y cadete pertenecientes al Azahar C.F. Culminando la cuesta abajo que sufría la entidad, llegó lo más temido y que poco se auguraba al ser uno de los clubes históricos: precisamente en el escenario que había visto al Real Betis coronarse como campeón absoluto español, Santander, vio como el 13 de abril de 1947 los verdiblancos perdían por 4-1 ante el conjunto santanderino y descendió a la Tercera División, entonces la tercera categoría en el sistema de ligas del país.
El club tomó como fecha para dicho evento la data fundacional de 1907, al ser cuando la directiva situó sus orígenes, acompañando desde entonces esa fecha a todo acto oficial. ↑ Página oficial de la UEFA (ed.). ↑ a b c Portal digital LaFutbolteca (ed.). ↑ «El Betis baja al infierno». Tras unos meses de negociaciones entre las directivas de Sevilla Balompié y Real Betis Foot-ball Club para fusionar ambas entidades, el 6 de diciembre de 1914 el Sevilla Balompié aprobó en junta general extraordinaria la unión, mientras que el Real Betis F. C. hizo lo propio en una reunión celebrada dos días más tarde. Tras gran trabajo regresó apenas dos años más tarde a la máxima categoría, aunque el periplo fue breve, ya que descendió nuevamente en 1943 no pudiendo retornar a la élite española hasta quince años después. Debido a ese primer éxito fue invitado a participar en la Campeonato de España por los clubes conformantes de la Unión Española de Clubs de Football en un año en el que el campeonato tuvo dos torneos, siendo el otro organizado por la Federación Española de Clubs de Football integrada por los clubes adscritos a las diferentes federaciones regionales, y que no poseían en el sur.
En menos de diez meses el conjunto bético se convirtió en el primero del sur que llegó a la final de la Copa de España en la edición de 1931. Tras eliminar al Donostia Foot-Ball Club en primera instancia y al Foot-Ball Club Badalona en octavos de final se enfrentó al Madrid Foot-Ball Club. Sólo Peral y Saro quedaron en esos años como exponentes de quienes quince meses antes habían levantado la copa del campeonato liguero. De vuelta a Primera en 1979, retornaron los buenos tiempos deportivos y el “Eurobetis”: la clasificación para la Copa UEFA en 1982 y 1984, la conmemoración de las Bodas de Platino en 1982 y el subcampeonato de la Copa de la Liga en 1986 marcaron una época feliz para los aficionados béticos, a la que se sumaron otros hechos vividos en su estadio como sede del Mundial y, sobre todo, como escenario del famoso España – Malta. Fue a partir de 1924, cuando el Balompié, gracias a la vuelta a la directiva del club de varios de sus primeros fundadores, mejoró en sus resultados y, tras múltiples subcampeonatos, venció por primera vez la Copa de Andalucía en la edición de 1928. La recuperación social era un hecho en lo que fueron los preludios a la constitución en España de una primera competición profesional, camisetas de futbol baratas la Liga Española de Foot-Ball.
Las consecuencias del conflicto fueron demoledoras para el club, que además cometió el error de volver a la competición en activo en la temporada 1939-40, cuando podría haber solicitado una moratoria que se aplicó a otros clubes cuyos estadios se usaron para «necesidades de la guerra». Recogió al equipo en la segunda división tras haber permanecido siete años en tercera. Después de casi tres años en segunda, en marzo de 1994, en la jornada 27, llegó Lorenzo Serra Ferrer, uno de los entrenadores de mayor éxito en el club verdiblanco. Como consecuencia, el 28 de abril de 1940, el día en que cumplía cinco años de su título de liga, el equipo verdiblanco bajó a Segunda División truncando trágicamente su gran etapa. El club sevillano sufrió como muchos otros y por circunstancias extradeportivas vio cómo se truncaba su crecimiento, llegando a ser uno de los más afectados. Este número, relacionado con la masonería se escogió por ser un signo de transmutación y cambio, de muerte y nacimiento, de final y nueva reanudación, ideal para representar su fusión e historia. El equipo dirigido por Rafael Iriondo y compuesto por Esnaola, Bizcocho, Biosca, Sabaté, Cobo, López, Alabanda, Cardeñosa, García Soriano, Megido, Benítez, Eulate y Del Pozo, escribieron un capítulo muy recordado de la historia bética, tras una larga tanda de 21 penaltis.
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