Para paliar la escasez de agua, los habitantes de esta ciudad construyeron chultunes, equipacion suiza una especie de cisternas que impermeabilizaban artificialmente para captar el agua de lluvia. Desde ahí surge un sacbé -camino de piedra construido por los mayas- que conduce al precioso Arco de Labná. Los alrededores de la ciudad están plagados de inmensos campos de caña de azúcar, uno de los pilares de la economía de este distrito beliceño.