Tras arduas negociaciones, el club de La Ribera decidió abonar al Villarreal la suma de quince millones de dólares por el pase (mientras que el Villarreal pagó por año aproximadamente tres millones de euros su sueldo), en todo concepto, siendo así la suma más alta pagada por un club argentino por un jugador en toda la historia. Luego de una serie de idas y vueltas de negociaciones entre el Villarreal y Boca Juniors, el club «xeneize» decidió comprar la totalidad de su pase, camiseta del sevilla para así hacerse de sus servicios definitivamente.