Además de en la camiseta, históricamente el capitán del Barça siempre ha portado el brazalete con la bandera de Cataluña e incluso ha habido algún gesto más que significativo, como el de Puyol besando la senyera al celebrar un gol en el 2-6 del último Clásico en el Bernabéu. Esta catalanidad se vio transmitida desde un primer momento por Joan Laporta: «En mi despacho hay una bandera del Barça y otra de Cataluña, como no podía ser de otra manera. Quiero recordar que este Barça es uno de los más catalanistas de la historia, y también uno de los más universales», afirmó el presidente azulgrana para explicar la dimensión de la entidad, muy politizada durante todo su mandato, una característica que Rosell no quiere olvidar.