Ya en la vuelta en el Estadio de Balaídos, el Celta no fue capaz de remontar la eliminatoria, finalizando el encuentro con empate a uno, con lo que el equipo vigués se quedó a las puertas de la gran final. Posteriormente, ya en la temporada 1996-97, el Celta volvió a realizar una gran actuación en la Copa del Rey de esa temporada. La equipación consistía en una camisola con dos franjas, una azul oscura y la otra blanca con el emblema bordado del Consulado de Bilbao (Institución comercial y marítima antecedente de la actual Cámara de Comercio, Industria y Navegación); unos calzones de color azul oscuro y unas medias azules oscuras adornadas con una franja blanca en la parte superior.